viernes, 4 de mayo de 2012

La Wikipedia como enemigo.


No cabe duda que la tecnología ayuda, en ocasiones, a mejorar nuestro modo de vida e incluso nuestra vida en sí. Esto sucede casi siempre cuando surge una alianza entre un invento y algo bueno. En ese caso  la tecnología, el invento, puede potenciar ese algo bueno y hacerlo aún mejor,  más extenso, más elevado y desde luego mucho más popular por todos estos motivos. Pero también funciona en el sentido contrario. Por ejemplo puede popularizar una gran obra de arte, mas puede hacer que se extienda un bodrio infumable por todas partes sin más control que el que quieran ejercer los mediocres que lo estén contemplando, que no será mucho; algo así como “El Código Da Vinci” por citar un caso reciente en que hordas de bachilleres fracasados creían de veras haber encontrado el motivo de sus vidas.
Y a la sombra de esto están agazapados un sinfín de seres vagos y cenicientos, incapaces de esforzarse lo más mínimo, esperando la ocasión de presumir de doctos y cultos, tan vanidosos que no comprenden cómo alguien que dedica su vida al estudio y la lectura y cuya capacidad de comprender las cosas realmente hermosas aún duda de lo que sabe mientras ellos, que no saben nada, presumen de conocimientos ante un auditorio más mediocre que ellos mismos por imposible que pueda parecer.
Antes teníamos un filtro para estos personajes: solo el hecho de tener que molestarse en buscar un libro y, lo que es peor, leerlo, hacía que no se informasen y por tanto no tuviesen de donde rascar una conversación tan idiota como pretenciosa. Y si de escribir hablamos, ya ni lo intentaban. Pero ahora no, ahora basta con buscar en la “Wikipedia” lo que se te ocurra o malamente recuerdes de cuando intentaron educarte y ya eres sabio. Tan fácil como todo lo demás. Repite las noticias de la cadena de televisión como un loro mediatizado pero no intentes tener un criterio, algo que si ya es difícil de por sí, sin base es prácticamente imposible, pero qué más da, puedes opinar de temas “importantes” mientras los políticos de turno te meten la mano en el bolsillo y el dedo por el culo.
Ahora sí, puedes utilizar términos que oíste en películas mediocres y cuyo significado desveló Internet para ti, aunque ya no recuerdes exactamente cuál era. E incluso puedes escribir tus comentarios en las redes sociales, llenando el “ciberespacio” de faltas de ortografía y desastres gramaticales. Y no importa, porque la Wikipedia siempre estará ahí, ayudándote a tapar tu mediocridad con una capa de miseria.
Es tan repugnante que iré ahora mismo a degustar un poco de chocolate.

Besos castos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario